Encontramos una propiedad particularmente bella en la parte sur-oriente de Yucatán.
Nos gustó la tranquilidad del sitio, tan aislado en su cercanía.
La cantidad y belleza del agua.
La sencillez de vida y el calor de su gente.
Un espacio "ya de entrada privilegiado" para gozarlo y tratar de mejorarlo en lo posible.